Se lidiaron toros de Adolfo Martín, muy serios y de interesante comportamiento. Javier Castaño cuajó una gran tarde, sobre todo con su primero, al que toreó al ralentí y la mala suerte en la suerte suprema le privó de mayores trofeos.
Javier Castaño, que sustituía a Curro Díaz, ovación y palmas.
Juan del Álamo, silencio y ovación.
Javier Jiménez, ovación tras petición y pitos.
Fotografía: Cultoro.